Sunday, May 10, 2020

La nueva normalidad

El resplandor de una rutina con cuarentena

Lo que encuentro más difícil de hace desde que comenzó la cuarentena, es seguir una rutina. Era mucho más fácil tener una rutina cuando te dictaban desde afuera lo que tenias que hacer, como por ejemplo, levantarte a determinada hora para ir a trabajar, cortar al mediodía para ir con los compañeros del trabajo a comprar comida, organizar un after office con alguno de mis amigos, ir a jugar a la pelota, visitar al novio de turno, etc. Ahora que no puedo salir y tengo más tiempo libre, no sé como lidiar con ello. Mi cabeza está buscando siempre cosas que quiero hacer y al ponerme a hacer algo, me surge la necesitada de hacer otra cosa más. Termino no haciendo nada y eso me hace sentir culpable. Tengo varios proyecto que quiero llevar a la práctica pero no lo hago, en parte, porque me da miedo a que no queden como los veo en mi cabeza. Y paso más tiempo pensando en que cosas debería hacer que haciéndolas.
Algo que me ayudó a calmarme un poco en esta cuarentena fue a plasmar las ideas en un archivo de texto. Esto me permitió dar forma a mi proyectos y definir las tareas que debería hacer para cada uno de ellos, así para cuando me agarran los ataque de ansiedad, se que puedo hacer y si bien no complete la tarea o el proyecto, al menos di un paso en la dirección correcta. Como leí en algún lado, si no se tiene una meta y se mide donde estamos, como sabemos que estamos yendo en la dirección correcta.
Lo malo de tener proyectos que son mayoritariamente creativos, es que uno no puede hacer que la inspiración le llegue en un determinado horario y por lo tanto no creo que los cronogramas ayuden. Los martes de 8 a 10 voy a pintar un cuadro o voy a componer una canción o escribir un poema. Claro que, por otro lado, si no le dedico un tiempo a los proyectos, por ahí no le doy tiempo a la inspiración a que me llegue, con lo cual, por más que me pese, no me va a quedar otra que armar un  cronograma con actividades para hacer y obligarme a hacerlas. Porque al fin y al cabo somos rutinarios por más que esas rutinas cambien con los meses o los años. Esta cuarentena forzada, sólo nos rompió nuestras rutinas. Y ahora hay que hacer nuevas, "las rutinas de la cuarentena" que se romperán cuando esta termine. Sólo espero poder acostumbrarme a la nueva realidad post cuarentena mucho más rápido de lo que me está tomando acostumbrarme ahora. Lo mejor será planear un poco que hacer una vez que no tenga que quedarme en casa con los gatos. En fin, me pondré a planificar el resto de la semana. Hasta la próxima entrada.

No comments:

Post a Comment

Y la Cuarentena seguía y seguía

Esperando la carroza... del sitio online La cosa cada vez se ve peor, luego de 60 y pico de días encerrados no se ve que mejore, los casos...