Friday, May 22, 2020

Y la Cuarentena seguía y seguía

Esperando la carroza... del sitio online

La cosa cada vez se ve peor, luego de 60 y pico de días encerrados no se ve que mejore, los casos de contagio se dispararon de manera alarmante. En cuestión de días pasamos de tener doscientos y pico a tener alrededor de setecientos y pico. Así que cuando teníamos la esperanza de que íbamos lentamente poder a salir de nuestras casas de a poco, pinta que vamos a volver un par de casilleros atrás. Y esto despiertas mis ansiedades y depresión, y como ya había mencionado en posts anteriores esto despierta ganas de comprar cosas. Claro que ya a esta altura de mi vida, como que ya tengo de todo un poco y cada vez me cuesta conseguir cosas que comprar y estar a fin de mes, la plata tampoco sobra. Igual paso horas y horas en las tiendas online buscando algo barato y que tenga deseos de tener, porque el tema no es comprar por comprar, sino tiene que satisfacer alguna necesidad creada en ese momento. Como lo fue el mes pasado el tema de la fotografía, o el año anterior las guitarras, ahora, ir a un psicólogo.... ni hablar!!! También podría ponerme a avanzar en los proyectos que me propuse empezar y eventualmente continuar durante y luego de que pase la cuarentena. Pero ese tema será tema de otro post, ahora me tengo que ir a revisar las tiendas online a ver si encuentro ese lindo chirimbolo a un precio accesible y en lo posible que lo entreguen para ayer.
Hasta luego y nos vemos en el próximo post.

Sunday, May 10, 2020

La nueva normalidad

El resplandor de una rutina con cuarentena

Lo que encuentro más difícil de hace desde que comenzó la cuarentena, es seguir una rutina. Era mucho más fácil tener una rutina cuando te dictaban desde afuera lo que tenias que hacer, como por ejemplo, levantarte a determinada hora para ir a trabajar, cortar al mediodía para ir con los compañeros del trabajo a comprar comida, organizar un after office con alguno de mis amigos, ir a jugar a la pelota, visitar al novio de turno, etc. Ahora que no puedo salir y tengo más tiempo libre, no sé como lidiar con ello. Mi cabeza está buscando siempre cosas que quiero hacer y al ponerme a hacer algo, me surge la necesitada de hacer otra cosa más. Termino no haciendo nada y eso me hace sentir culpable. Tengo varios proyecto que quiero llevar a la práctica pero no lo hago, en parte, porque me da miedo a que no queden como los veo en mi cabeza. Y paso más tiempo pensando en que cosas debería hacer que haciéndolas.
Algo que me ayudó a calmarme un poco en esta cuarentena fue a plasmar las ideas en un archivo de texto. Esto me permitió dar forma a mi proyectos y definir las tareas que debería hacer para cada uno de ellos, así para cuando me agarran los ataque de ansiedad, se que puedo hacer y si bien no complete la tarea o el proyecto, al menos di un paso en la dirección correcta. Como leí en algún lado, si no se tiene una meta y se mide donde estamos, como sabemos que estamos yendo en la dirección correcta.
Lo malo de tener proyectos que son mayoritariamente creativos, es que uno no puede hacer que la inspiración le llegue en un determinado horario y por lo tanto no creo que los cronogramas ayuden. Los martes de 8 a 10 voy a pintar un cuadro o voy a componer una canción o escribir un poema. Claro que, por otro lado, si no le dedico un tiempo a los proyectos, por ahí no le doy tiempo a la inspiración a que me llegue, con lo cual, por más que me pese, no me va a quedar otra que armar un  cronograma con actividades para hacer y obligarme a hacerlas. Porque al fin y al cabo somos rutinarios por más que esas rutinas cambien con los meses o los años. Esta cuarentena forzada, sólo nos rompió nuestras rutinas. Y ahora hay que hacer nuevas, "las rutinas de la cuarentena" que se romperán cuando esta termine. Sólo espero poder acostumbrarme a la nueva realidad post cuarentena mucho más rápido de lo que me está tomando acostumbrarme ahora. Lo mejor será planear un poco que hacer una vez que no tenga que quedarme en casa con los gatos. En fin, me pondré a planificar el resto de la semana. Hasta la próxima entrada.

Thursday, May 7, 2020

Crónicas de la cuarentena - Revolutions

Y la perra seguía y seguía

Mes dos de la cuarentena, otro gordo con una cámara

Ya habiendo pasado un mes de empezar la cuarentena, todos estábamos acostumbrándonos a la nueva realidad. Yo por mi parte estaba cansado de no hacer nada productivo, no es que relajarse y hacer cosas que nos divierten sea malo, pero siempre me había quejado de que no tenía tiempo para hacer nada. Y ahora ya esto no era el caso. Sin pode salir de farra o jugar a la pelota, sin tener que ir en el transporte público, había recuperado mucho de mi tiempo. Y en ese momento es cuando se me despierta el bichito de lo artístico. Siempre me pasa en algún momento del año en que quiero aprender a hacer algo relacionado con el arte. En el 2019 fue la música, y si bien tuve mis meses de ponerme las pilas con la guitarra, los problemas de pareja me llevaron a un estado de depresión.
Mi depresión no es esas de que quieres estar tirado todo el día en la casa sin hacer nada. Mis depresiones por lo general vienen asociadas a un gastadero de plata. Así fue como terminé con 4 guitarras, un bajo, un ukulele y un teclado nuevo.... ok, ok, también me compré una flauta dulce.
El tema fue que el año pasado fui a Córdoba a visitar a mi familia y mi prima me prestó su cámara réflex y de ahí me empezó a dar vuelta el comprarme una cámara. Pero antes de eso quería actualizar mi celular y comprar equipo de natación para ir a nadar con mi, en ese entonces, cuasi novio (la denominación la explicaré en una futura entrada de este blog).
Además de si se me daban por la música de nuevo, no tenía que comprar nada y recordemos que todo el tema de lo artístico se disparó por estar deprimido y querer gastar plata. Por lo que empecé a hablar con todos mis contactos que saben de fotografía para averiguar que tipo de cámara debería compra. Cada uno me dio su punto de vista y como lo que yo quería, en ese momento era hacer fotos y no quería gastar mucho dinero, me decidí por comprar una Nikon. Gracias a la cuarentena total que se impuso, terminé recibiendo la cámara apenas un par de días antes de que se iniciara el curso de fotografía.
Pero bueno, ahora me voy a dar vuelta todo el departamento para conseguir un lugar más o menos potable en dónde sacar una foto y que no se vea el desastre que es este lugar. Hasta la próxima entrada.

Y la Cuarentena seguía y seguía

Esperando la carroza... del sitio online La cosa cada vez se ve peor, luego de 60 y pico de días encerrados no se ve que mejore, los casos...